Señoras y caballeros, la boda del año.
En ocasión de la exposición dedicada al gran maestro Perugino, “Los desposorios de la Virgen” (una de sus obras más bellas), llegó de Francia después de más de doscientos años sin pisar su tierra natal. Así que Perugia se viste de gala.
Una famosa cafetería adorna su escaparate con una “dulce” versión del cuadro, que es espectacular.
Pero ¿quién era Perugino? Era el “mejor maestro de Italia” a finales del siglo XV y principios del XVI.
Pietro de nombre y Vannucci de apellido, nació en un pueblo cerca de Perugia, así que lo conocían como “el Perugino”. Artista amado por los poderosos de aquella época como Sixto IV, Lorenzo el Magnífico e Isabel de Este. Maestro de Rafael y Pinturicchio. Vasari comentaba que era codicioso y poco religioso pero que “muchos llegaban de Francia, España y Alemania para aprender de su arte”. Tenía talento y gran sentido práctico, era un organizador nato a la hora de abrir talleres y dirigir las obras en varias partes de Italia, lo que le permitió acumular una discreta fortuna.
En Perugia decoró la sede del Cambio de Moneda, el bellísimo Collegio del Cambio, y algunos retablos de altar para las iglesias de San Pietro y San Agostino.
Este año se cumplen 500 años de su muerte y la ciudad de Perugia ha querido organizar una exposición para homenajear al pintor que supo como nadie plasmar la belleza a través de la simetría, de la armonía espacial y de una infinita dulzura. La exposición se inauguró el pasado 4 de marzo y estará abierta hasta el mes de junio en la Galleria Nazionale dell’Umbria.
La obra protagonista del evento y que tanto ha complacido a los peruginos es el cuadro de “Los esponsales de la Virgen”, un óleo sobre tabla de grandes dimensiones destinada a la Capilla del Santo Anillo de la Catedral de Perugia que acoge una reliquia importantísima para la ciudad: la santa alianza que San José colocó en el anular de su esposa María durante la celebración del matrimonio. Los peruginos mandan bendecir sus alianzas cada año delante de esta reliquia, según ellos trae buena suerte. En 1797, tras la desamortización de los bienes eclesiásticos relacionada con la ocupación francesa, la obra se llevó a Francia y sólo ahora ha vuelto a su ciudad natal después de 230 años y de varios intentos por parte del concejo local para recuperar la obra. El Museo de Bellas Artes de Caen se lo ha prestado a la Galería Nacional de Umbría sólo para la ocasión.
La obra se fecha entre 1501 y 1504 y supone el culmen del estilo de Perugino. Poco tiempo después Perugino se daría cuenta de que el nuevo gusto se identificaba más con la estética de Rafael y Miguel Ángel (el mismo Miguel Ángel que le había echado en cara el que fuera un “pintor torpe”). Perugino se dio cuenta de que su momento de esplendor había concluido, cerró los talleres de Florencia y Roma y se concentró en la clientela de Perugia, que lo seguía considerando un gran artista. Murió en 1523 de peste mientras decoraba una pequeña iglesia en Fontignano a pocos kilómetros de Perugia.
En 1504 Rafael concluye también sus “Esponsales de la Virgen” que pinta para los nobles Albizzini de Cittá di Castello, poco distante de Perugia. En estas dos obras se concentra la relación de amor y odio, enseñanza y aprendizaje, contaminación y superación entre los dos grandes del Renacimiento italiano. Quizás Rafael vio la obra sin acabar de su maestro y se dio cuenta del talento que Perugino poseía. Eligió el mismo tema, el mismo soporte, la misma técnica pictórica, pero el resultado fue completamente diferente. ¿Qué pensaría Perugino si vio la gracia de las figuras pintadas por Rafael?¿ Emoción ante la perfección del alumno predilecto? ¿Amargura ante el pasar inexorable del tiempo y de los gustos? Una expresión latina reza “memento mori”, recuerda que morirás. ¿ Que los Esponsales de Perugino sea el memento mori artístico del gran Maestro? ¿El canto del cisne de una época que inexorablemente pasaba para dar paso a otra?
Para más información sobre la exposición, consulta las siguientes webs:
“Il meglio maestro di Italia. Perugino nel suo tempo”
Te aconsejo que reserves entradas con antelación, sobre todo si es fin de semana o día de fiesta.
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